miércoles, octubre 15, 2025
MonografíasRoberto Eibenschutz Hartman

El Arquitecto

Roberto Eibenschutz H.  Arquitecto, Maestro y Luchador Social

1. Formación, primeros años y vocación arquitectónica

En el conjunto de la obra arquitectónica de Roberto Eibenschutz Hartman, desde casas particulares hasta proyectos de vivienda colectiva y propuestas urbanas, se reconoce un mismo hilo conductor: la búsqueda de soluciones habitacionales dignas, adaptadas al contexto cultural y ambiental y capaces de fortalecer el tejido social. Su legado arquitectónico está íntimamente ligado a su visión ética y a su convicción de que la arquitectura debía estar al servicio de las personas, especialmente de aquellas con menos recursos.

Roberto cursó la carrera de Arquitectura en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM entre 1957 y 1961. Con una clara vocación social, presentó en 1965 su tesis titulada “Comunidad y habitación en la zona indígena Huichol de Jalisco”, reflejo de su interés por vincular el diseño arquitectónico con las realidades de grupos marginados. Esta tesis profesional, ya evidenciaba esta doble mirada: la exploración de soluciones arquitectónicas y urbanas a partir del entendimiento de contextos culturales específicos.

En lugar de seguir únicamente las corrientes internacionales dominantes, Roberto buscó en las raíces y realidades locales la inspiración para proponer proyectos con pertinencia social y cultural.

Desde sus años como estudiante, Roberto se integró a proyectos de relevancia. Colaboró con arquitectos como Roberto Engelking, Raúl Fernández Rangel y Jorge González Reyna, participando en obras residenciales y comunitarias que le permitieron acuñar una base técnica rigurosa y una mirada sensible. En 1962 fue reclutado por el Instituto Nacional Indigenista donde entre 1963 y 1967 diseñó y supervisó la construcción de escuelas-albergue en zonas indígenas rurales —Tarahumara, Cora-Huichol, Tarasca, Mixteca Alta y Mixteca Baja— acompañando también el diseño de mobiliario comunitario. Aquella experiencia lo formó en una arquitectura comprometida con el territorio y las culturas locales.

En estas primeras obras, se observa ya un principio rector de su carrera: la arquitectura como una experiencia de vida y no solo como un objeto físico. La circulación, la luz, el mobiliario integrado y la conexión con la naturaleza formaban parte de un todo coherente que buscaba mejorar la calidad de vida de quienes habitaban los espacios. Lejos de limitarse a la estética, sus diseños se guiaban por un compromiso ético con las personas y con el medio ambiente.

Paralelamente, en sus primeros años de ejercicio profesional, Roberto desarrolló proyectos que combinaban innovación formal con un alto sentido humano.

Un ejemplo notable es la Casa “La Píldora” (1967) en la colonia Molino del Rey, Lomas de Chapultepec, concebida como un espacio fluido, orgánico y profundamente integrado a su entorno. Esta obra, hoy reconocida por su originalidad y su uso creativo de formas curvas y elementos naturales, revela su temprana inclinación hacia un diseño que privilegia la habitabilidad y la relación armónica entre el espacio interior y el exterior. Las fotografías actuales muestran ambientes que, más de medio siglo después, siguen transmitiendo modernidad, calidez y una particular atención al detalle artesanal.

La Píldora. Casa Habitación. Molino del Rey, CDMX

 

Fotos: Gala Eibeschutz

Fotos: Daniel García

A partir de mediados de los sesenta desarrolló proyectos privados residenciales, entre los que destacan:

Casa-estudio, San Pablo Tepetlapa Coyoacán 1966

Vivienda-estudio diseñada para el artista plástico, con integraciones entre arquitectura, luz y taller artístico

  Fotos: Daniel García

Casa Habitación, Zimapán, Hidalgo (1968)

combinación de materiales regionales y diseño funcional adaptado al clima.

  De más Fotos: Familia Eibenschutz                                                                                             

Casa Habitación. Cerro Prieto y Cerro del Otate, Pedregal de San Francisco D. F. 1967

La casa habitación de Rafael Rodríguez (1979) Izcalli del Bosque, Naucalpan Edo. Mex.

También desarrolló proyectos de vivienda para colonias en Ciudad de México (El Pedregal, Las Águilas, Tecamachalco), que se caracterizaron por un diseño sobrio, uso de materiales locales, patios interiores y estrategias térmicas pasivas. Simultáneamente, ejerció como diseñador de mobiliario en Muebles de Artesanía S.A., entre 1966 y 1972, creando objetos de terracota, concreto y resina que integraban arte popular y arquitectura funcional. Desde ese periodo hasta 1982 produjo piezas escultóricas que expresan su convencimiento de que el entorno construido y la cultura material deben dialogar. El conjunto de su formación académica, sus experiencias internacionales y sus primeros proyectos construidos sentaron las bases de una visión integral. Roberto no concebía la arquitectura de manera aislada, sino como parte de un entramado mayor donde convergían la planeación urbana, las políticas de vivienda, la equidad social y el respeto por el entorno. Esta visión sería determinante para su posterior trabajo como planificador, académico, funcionario público y líder en la producción social de vivienda.

2. Obra arquitectónica y enfoque social

En el ejercicio profesional, la arquitectura siempre estuvo íntimamente vinculada con una visión social y colectiva del hábitat.

Centro Coordinador Indigenista Mezquitic

En el ejercicio profesional, la arquitectura siempre estuvo íntimamente vinculada con una visión social y colectiva del hábitat. Más allá de la creación de espacios estéticamente sólidos, su enfoque partía de la premisa de que la arquitectura debía mejorar las condiciones de vida de la población, particularmente de los sectores populares.

Su paso por el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), entre 1982 y 1985, fue decisivo para consolidar esa perspectiva. En este marco, en 1984 organizó el Primer Concurso Nacional de Vivienda Popular, una convocatoria de gran alcance que buscaba aprovechar la capacidad instalada del sector y las propuestas tecnológicas más avanzadas para desarrollar proyectos de vivienda progresiva a gran escala. Con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y los gobiernos de México, Morelos y Tlaxcala, el concurso planteó la construcción de 3,400 acciones de vivienda en distintas localidades, con criterios innovadores: no solo se premiaba el menor costo, sino la mejor calidad arquitectónica y técnica, el uso de materiales y sistemas constructivos eficientes, y la capacidad para ofrecer mayor superficie habitable y mejores condiciones de vida con el mismo presupuesto.

Este concurso marcó un precedente importante en la política habitacional mexicana, demostrando que la vivienda social podía ser sinónimo de calidad, innovación y participación comunitaria. Fue también un ejemplo de cómo la arquitectura, combinada con una política pública bien diseñada, podía transformar no solo el espacio construido, sino también el tejido social y las oportunidades de desarrollo de comunidades enteras.

3. En síntesis

Roberto Eibenschutz no fue un arquitecto monumental en términos de gran obra pública o privada, pero sí un constructor de dignidad; una práctica proyectual consciente del sufrimiento urbano y la desigualdad social. Su arquitectura fue siempre un discurso integrado a políticas urbanas y a la formación de nuevos profesionales.

Dejamos de contar con su presencia física, pero su legado -en proyectos, instituciones y personas- sigue vivo y en expansión.

Casa Habitación. Eucaliptos 59. Izcalli del Bosque, Naucalpan, Edo. de México. 1979

Fotos: Rafael Rodríguez

El Artista

A Roberto le gustaba el trabajo escultórico que le permitió encontrar espacios de esparcimiento y creatividad. Presentamos una de sus esculturas formada por figuras humanas formando un conjunto. Fue  muy loable su ejemplo de vida.

Foto de Jan Bazant
fotos: familia Eibenschutz

Diseñó algunos muebles, como el sillón confortable